El hormigón es uno de los materiales más utilizados en la construcción, debido a sus ventajas como la resistencia, la durabilidad, la versatilidad y el bajo costo. Sin embargo, el hormigón también puede sufrir diversos problemas que afectan a su integridad estructural, su funcionalidad y su aspecto estético. Algunos de estos problemas son las fisuras, las grietas, la corrosión de las armaduras, la carbonatación, la alcali-sílice y la exposición a agentes químicos, físicos o mecánicos.
Para solucionar estos problemas, existen diferentes sistemas de reparación de hormigón, que consisten en la aplicación de productos y técnicas específicas para restaurar las propiedades originales del material, o incluso mejorarlas. Estos sistemas deben cumplir con la normativa vigente, que en el caso de la Unión Europea es la UNE-EN 1504, que establece los requisitos y los métodos de ensayo para los productos y sistemas de reparación y protección del hormigón.
En este artículo, vamos a explicar los principales sistemas de reparación de hormigón, según la UNE-EN 1504, y los productos y técnicas que se utilizan en cada caso.
Protección de la superficie del hormigón
La protección de la superficie del hormigón tiene como objetivo aumentar la durabilidad de la estructura, evitando o reduciendo la penetración de agentes agresivos que puedan deteriorar el hormigón o las armaduras. Estos agentes pueden ser el agua, los cloruros, el dióxido de carbono, el oxígeno, los sulfatos, los ácidos, las sales, etc.
Los productos de protección de la superficie del hormigón se clasifican según su función en:
- Hidrofugantes: son productos que reducen la absorción de agua por el hormigón, sin modificar su aspecto ni su transpirabilidad. Suelen ser resinas o siliconas que se aplican en forma de líquido o aerosol sobre la superficie limpia y seca del hormigón.
- Recubrimientos: son productos que forman una capa sobre la superficie del hormigón, que puede ser impermeable o transpirable, y que puede modificar el aspecto y el color del hormigón. Suelen ser pinturas, barnices, esmaltes o membranas, que se aplican con brocha, rodillo o pistola sobre la superficie preparada del hormigón.
- Inhibidores de corrosión: son productos que protegen las armaduras del hormigón de la corrosión, ya sea por acción anódica, catódica o mixta. Suelen ser compuestos orgánicos o inorgánicos que se aplican sobre la superficie del hormigón o se incorporan al hormigón fresco.
Reparación estructural y no estructural del hormigón
La reparación estructural y no estructural del hormigón tiene como objetivo restaurar la capacidad portante, la estabilidad y la geometría de la estructura, reparando las zonas dañadas o defectuosas del hormigón. Estas zonas pueden presentar fisuras, grietas, desconchados, desprendimientos, alabeos, hundimientos, etc.
Los productos de reparación estructural y no estructural del hormigón se clasifican según su consistencia en:
- Morteros: son productos que tienen una consistencia plástica o fluida, y que se aplican con llana, espátula, proyección o inyección sobre la superficie del hormigón. Suelen estar compuestos por cemento, arena, agua y aditivos, y pueden tener diferentes propiedades, como la retracción compensada, la adherencia mejorada, la resistencia al fuego, etc.
- Hormigones: son productos que tienen una consistencia plástica o fluida, y que se aplican con vertido, bombeo o proyección sobre la superficie del hormigón. Suelen estar compuestos por cemento, áridos, agua y aditivos, y pueden tener diferentes propiedades, como la fluidez, la autocompactación, la fibra de refuerzo, etc.
- Resinas: son productos que tienen una consistencia líquida o pastosa, y que se aplican con inyección, impregnación o sellado sobre la superficie del hormigón. Suelen estar compuestos por polímeros, como epoxi, poliuretano, acrílico, etc., y pueden tener diferentes propiedades, como la elasticidad, la impermeabilidad, la resistencia química, etc.
Protección del hormigón
La protección del hormigón tiene como objetivo mejorar el aspecto estético y funcional de la estructura, así como prolongar la vida útil de la reparación. La protección del hormigón se realiza después de la reparación, y consiste en la aplicación de productos que pueden modificar el color, la textura, el brillo o la rugosidad del hormigón.
Los productos de protección del hormigón se clasifican según su función en:
- Pigmentos: son productos que aportan color al hormigón, ya sea en polvo, líquido o pasta, y que se mezclan con el hormigón fresco o se aplican sobre el hormigón endurecido. Suelen ser óxidos metálicos, sales inorgánicas, colorantes orgánicos, etc.
- Texturizadores: son productos que modifican la textura del hormigón, creando relieves, dibujos, estampados o imitaciones de otros materiales. Suelen ser moldes, matrices, rodillos, tampones, etc., que se aplican sobre el hormigón fresco o endurecido.
- Abrillantadores: son productos que aumentan el brillo del hormigón, creando un efecto de pulido, vitrificado o espejo. Suelen ser ceras, resinas, selladores, etc., que se aplican sobre el hormigón endurecido y se frotan con una máquina abrillantadora.
Conclusión
Los sistemas de reparación de hormigón son necesarios para mantener y mejorar las estructuras de hormigón, que pueden sufrir diversos problemas a lo largo de su vida útil. Estos sistemas deben cumplir con la normativa UNE-EN 1504, que establece los requisitos y los métodos de ensayo para los productos y sistemas de reparación y protección del hormigón. Los principales sistemas de reparación de hormigón son la protección de la superficie, la reparación estructural y no estructural y la protección del hormigón, que se realizan con diferentes productos y técnicas según el tipo y la magnitud del daño. Estos sistemas permiten restaurar o mejorar las propiedades del hormigón, así como su aspecto estético y funcional.
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